Las botas impermeables a menudo cuentan con una combinación de membranas impermeables, como Gore-TEX® o tecnologías similares, y costuras selladas o grabadas. Estas membranas actúan como una barrera contra el agua, al tiempo que permiten que el vapor de humedad escape, manteniendo los pies secos y cómodos.
La parte superior de las botas de clima húmedo generalmente está hecha de materiales como cuero de grano completo, telas sintéticas o una combinación de ambos. Estos materiales se tratan con recubrimientos repelentes al agua o membranas impermeables integradas para evitar que el agua se filtre en la bota.
Las ventajas de tales botas están diseñadas para proporcionar una excelente tracción y agarre en superficies húmedas y resbaladizas. A menudo presentan compuestos de goma especializados y patrones de banda de rodadura que canalizan el agua, reduciendo el riesgo de resbalón.
Las botas impermeables se usan comúnmente para actividades al aire libre como senderismo, acampar, pescar y trabajar en entornos húmedos. Proporcionan protección y comodidad, lo que permite a los usuarios navegar a través de charcos, corrientes o condiciones lluviosas sin comprometer la sequedad de sus pies.